jueves, 11 de septiembre de 2008

Viernes universitario...

Los números nunca fueron mi fortaleza. Es mas siempre los odié, tanto así que en mi época escolar si mal no recuerdo toda la secundaria tuve que ir a la famosa “vacacional” y perderme gran parte del rico verano, si hubiese sabido que en la carrera de administración de empresas Llevaría cursos como matemáticas III, estadística aplicada o matemáticas financieras II, simplemente no hubiese optado por estudiar esa carrera. En fin Ya estoy en el camino así que ni modo, a seguir en el ruedo y lucharla, pensar que en contabilidad maldije matemáticas 2.

Lo bueno de la universidad (o al menos de mi universidad, la gloriosa Ricardo Palma), es la cantidad de vida social que uno hace y los pretextos que pone la gente por ir a chelear a algún “hueco” donde suelen acudir todos los estudiantes a relajarse escuchando buena música y beber algún trago “visionario”.
Hoy es viernes y por ley tendremos que hacer algo, además las clases terminan a la 1 pm y toca Estadística aplicada con el profesor Bravo quien llegó a hacerse amigo mío luego de haber luchado dos ciclos consecutivos para pasar Estadística 1. Pero bueno es viernes y llevo mi última clase con coco y Lorenzo un par de compañeros de la carrera q conocí hace un ciclo al asistir a un congreso en el interior del país con quienes he venido saliendo en los últimos meses.
Termina la clase y salimos de aquella horrible aula de la “Richi” (nombre con q es conocido la Ricardo Palma) la verdad desde el primer día que entré a sus aulas me parecieron una reverenda mierda, como es posible que una universidad no tenga los techos tarrajeados con cemento sino tan solo pintados, estamos hablando de una universidad particular no es un colegio del estado. Espero en la puerta mientras Lorenzo espera que Coco termine de acomodar sus cuadernos y su calculadora científica (jajaja), su vieja ”Jansport”. Salen y el negro Chalo se les une, putamadre como me llega al pájaro Chalo pues es más escandaloso q mi vieja no puede hablar solo grita, grita y grita, pensar q oigo sus alaridos desde el tercer piso de la universidad, la verdad apenas los oigo trato de pensar de donde vienen para ir por el lado opuesto. Salen y el negro dice que tiene un trago en su camioneta y la verdad, me empieza a caer bien, es mas, creo que el negro no habla tan fuerte como antes pensaba, mientras tanto Rocío también se unió a la causa. Bajamos del segundo piso y enrumbamos hacia el parqueo de la “Richi” mientras coordinábamos donde tomar el trago del negro.
En vista de que hoy no tomaríamos cerveza sino un pisco decidimos ir a espaldas de la universidad, en la esquina de nazarenas con la panamericana sur pues ahí había un edificio en construcción en cuyo parqueo podríamos estacionarnos sin que nadie joda. Llegamos al edificio y nos cuadramos uno al costado del otro abrimos las puertas y encendí mi radio con aquel CD que compré en Quilca “menos mal que nos gusta lo peor” era una tarde de música underground made in Perú y empezaba a escribirse la historia. (No tan grata, pero any way es parte de la vida). Tragos van tragos vienen, el pisco mutó en vodka con jugo de naranja y el CD se repetía una y otra vez sin que nadie se queje, es mas, mientras pasaban las horas todos se iban aprendiendo de memoria las letras y empezaban a tararearlas para luego proceder a cantar a viva voz cual energúmenos.
Esa tarde a eso de las 5 pm Rocío recibió la llamada de Graciela una amiga de época escolar, quien vive muy cerca de la universidad por lo cual le dijo que se nos una. Graciela no tardó más de 30 minutos en llegar y unirse al grupo, Gracielita no era ninguna santa y apenas llegó le puso la puntería a Lorenzo mientras seguíamos tomando vodka, ya habían pasado las 7 pm y la gente se turnaba para ir a comprar sándwiches en el local de la Tía Mayonesa, la verdad en esos momentos yo ya pensaba en retirarme pues era consciente que ya había bebido demasiado.
- Bueno chicos creo que ya me voy.
- Cómo? Como que te vas? , si es temprano aún (Graciela)
- No, la verdad es que ya estoy borracho, pues hemos empezado casi al medio día.
- Nada que ver!, estás bien. Vamos por mi casa y te invito un pollo a la brasa y me pongo unas chelas, que dices (G)
- No, ya me voy
- No la cagues pues gordo, por mi casa venden un pollo buenaso, no te arrepentirás. (G)
La muy zorra solo se quería levantar a Lorenzo y dijo las palabras precisas, comida y algo más de trago. Las chelas vendrían en su momento preciso pues ya no quería tomar vodka así que acepté.

Mas no recuero hasta que…
- Cuidado!!! (no sé quien chucha fue quien gritó)
- Ah?
- Cuidado huevón!
- Chucha!!!!!

Tan solo visualizo un auto parado a no más de 15 metros y un semáforo en rojo, por desgracia esta lloviznando, piso el freno con fuerza pero resbalo.
Fué un triple choque hice sándwich al taxi que estaba delante mío y el chocó con una montero que estaba adelante, mierda! Ahora sí que que la cagué. Putamadre quien me manda a chupar tanto carajo, yo me quería ir. Chucha pero… dónde estoy? Estoy en la avenida Angamos con República de Panamá! Que mierda hago por acá? Esos segundos fueron eternos, mientras el chofer del taxi baja pienso en si debería darme a la fuga por lo que retrocedo un poco mientras veo que la montero avanza como si no la hubieran chocado (hasta ahora pienso por qué se fué si no había tenido ninguna falta (aparentemente)), la cosa es que la montero prácticamente huyó del lugar. Mientras eso ocurría el taxista bajaba a putearme y yo empezaba a poner primera para largarme del lugar hasta que vi unas luces algo extrañas mientras un hombrecito de verde se acercaba a mi auto. No era un ovni ni un marciano, por desgracia era una maldita patrulla y un tombo (mal llamado policía), Quien me interrogó en el acto.

- Buenos días señor
- Buenas noches
- Señor es la 1 am
- ah bueno, buenos días entonces
- Usted ha bebido?
- Un poquito nada más, pues vengo del cumpleaños de mi mamá
- Tendremos que ir a la comisaría pero usted no puede manejar, yo lo haré

Chucha, ahora sí que la cagué, revente un taxi y me voy a la comisaría de Surquillo, que cagada. El tombo se sube y maneja mi auto mientras el taxista nos seguía (más que seguro maldiciéndome), atrás estaba Rocío, Graciela y mis dos amigos, Coco se sobaba la rodilla pues con el choque se la había golpeado.
Llegamos y lo primero que hago es habla con el sueño del taxi y decirle q yo podía correr con los gastos y evitarnos problemas, es mas en ese momento tenía dinero para adelantarle un buen monto pero al verme en tragos el tío decidió que mejor esperaba a que venga un familiar mío para que le asegure la reparación completa o de fe de ello.
Me conducen a las oficinas para que rinda mi declaración sobre cómo habían ocurrido los hechos luego de haber hecho una llamada a mi hermano Alberto quien por desgracia de la vida estaba en una reunión familiar y también estaba medio ebrio.
- Su nombre señor
- Andrés
- Apellido?
- (Pensé en decir García pero me pareció muy faltoso) Gálvez
- Muéstreme su licencia de conducir
- No tengo (bien que la tenía en la billetera)
- DNI
- No tengo ( que quieres huevón, enterarte que no me llamo Andrés ni me apellido Gálvez?
- Como va a estar indocumentado. Las llaves de su auto?,
- Se las di al policía, él vino manejando
- Pero yo te las di (el tombo)
- Pero no las tengo!, no me las has dado
- Señor, disculpe acabo de llamar a mi hermano quien está por venir, el va a traer mis documentos, por otro lado, podría indicarme donde queda el baño?
- Terminando el pasillo hacia la derecha.

Caminé en busca del baño y la verdad buscando alguna opción de huir del lugar, encontré el baño y también encontré una salida alterna a la principal por lo que decidí arriesgarme e intentar huir. Salgo y pues no habían moros en la costa por lo cual me acerco al auto y veo a mi amigos frente a él, les hago un gesto de complicidad y ellos se retiran me paro en la puerta mientras busco la llave sin tratar de llamar la atención, la encuentro la saco y...
- Señor!
- Ah?
- Qué hace usted acá!
- Ah?
- Vamos adentro!
Mierda! Se dieron cuenta estos…
- Así que tú eres vivo?
- Disculpe señor, a qué se refiere
- Así que te quieres escapar?
- Disculpe pero solo fui a darle 5 soles a mi amigo que no tenía para su pasaje de regreso.
- Sácate los pasadores
- Ah? Para qué?
- Vas a ir al calabozo
- Queee??

Mientras eso ocurría mi hermano llegaba a la comisaría se Surquillo

- Buenas noches señor soy el hermano del infractor
- Ah si? Mucho gusto señor
- Su hermano ha cometido una falta grave y lo peor es que ha intentado huir de la dependencia policial luego de lo ocurrido
- Bueno señor discúlpelo, sé que ha cometido un error pero estoy dispuesto a subsanarlo del modo que fuere para todos llegar a un buen puerto
- Sí pero el señor ha querido escaparse! Por lo cual tendrá q ir al calabozo. Joven, sáquese los pasadores de las zapatillas por favor
- Ah??? (yo)
- Sí sáquese los pasadores que tiene que ir al calabozo
- Y si va al calabozo a qué hora sale (El imbécil de mi hermano)
- Sale a las 6 am
- Ah, fácil lo espero (se nota que estaba borracho ese huevón)
- Ahh?? Oye que ¿? (mientras me acerco a mi hermano)
- OYE NO SEAS PENDEXO YO NO VOY A IR AL CALABOZO NICAGANDO, YO NO VOY!!!!
- Bueno comisario pero podemos solucionar las cosas acá tranquilos no? Como personas civilizadas. El señor taxista será indemnizado yo me comprometo personalmente con él.
- Ah bueno pero mire ya estamos acá, como solucionaríamos esto?
- Bueno usted dirá?, le parece bien 100 soles?
- Bueno al menos eso cubriría el mal rato que su hermano nos ha hecho pasar señor Gálvez, mientras veo la cara de extrañado que pone mi hermano, me mira y le guiño el ojo en señal de complicidad.
- Pero antes Vayan a hablar con el agraviado señores.

Salimos y coordinamos con el taxista, en ese momento le doy 600 soles (lo que había ganado en un buen negocio y se supone sería para comprar un par de bajos), le damos nuestros datos pues dice que su reparación le costará un poco más, por desgracia no estamos para pedir rebajas por ese lado pues sería demasiado sinvergüenza.

- Bueno señores, ya coordinaron?
- Sí
- Bueno entonces acá no pasó nada
- Ok?
- Vamos a la casa Alejandro
- Que???
- ….
- El señor no se llama Andrés, Andrés Gálvez?
- Jajajaja, nos vemos comisario.

Este es un mero relato de mi primer choque en auto, en realidad no me parece algo de lo cual enorgullecerse pues después de un par de choques mas en mismo estado (etílico) decidí no beber y manejar hace ya más de 3 años. Es solo una anécdota, es parte de mi vida. Al llegar a casa no pude dormir por lo mal que me sentía, además no sabría que decir que pasó con el auto que en ese momento dejé en casa de mi hermano. Ese verano siguiente me tocó viajar a EEUU una vez más pero la misión en esta oportunidad era parchar la deuda del taxi y la repararción mi auto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

JAJAjaja ESA HISTORIA YA LA CONOCIA QUE GRACIOSO JAJA Y TU HERMANO TE IBA A ESPERAR A QUE SALIERAS TODAVIA JAJAJA QUE WENA.. ESAS ANECDOTAS DE LA RICHY SI YO CONTARA... JJAJA


la poke¡¡¡